martes, 19 de mayo de 2015

La reflexión esencial


¿Soy libre? Si nadie me ata, ¿por qué no soy libre? Quiero escapar, y sin embargo no dejo de querer estar preso. ¿Es así la condición humana, tan cruel? ¿Por que aún en el dolor se quiere al arma que nos hiere?
Es obvio que no hay ningún dios. De haberlo, se asumen dos cosas; una, es perfecto, y dos, nos hizo a su imagen y semejanza. Y de estar hechos a su imagen y semejanza, dios sería cómo nosotros: imperfecto. Esto desmonta la teoría.
La no perfección, es, a su modo, algo tan bonito... Todo es perfectamente distinto a cuanto lo rodea. No darse cuenta de esto es el primer error que puede cometer una persona, y uno de los más difíciles de subsanar. 
Cuando uno da por sentado que existe la perfección, está poniendo un límite, una barrera a partir de la cual ya no hay nada que hacer, nada que añadir. ¿Y hay algo más estúpido que vallar la creatividad y la imaginación? 
Pasen y vean.

No hay comentarios:

Publicar un comentario