viernes, 24 de junio de 2016

En tren

¡Qué apresurada quietud!
¡Qué sensación, tan bien y tan mal!
Otro tren que coges con las maletas
repletas de ilusiones.

Y, qué sorpresa, llueve.
Y, qué sorpresa, hace frío.
Para el tren, pero no estoy donde quisiera,
y vacías las maletas de todo contenido;
¿dónde estoy?
¿qué he hecho para llegar hasta aquí?
¿qué hago ahora?

¿Cómo vivir en un viaje perpetuo
destino a la incertidumbre,
alado y con cadenas?

El mundo es demasiado difícil
para ser tan sencillo.

Sé que estás, Apolo,
pero no consigo verte.

¿Dónde está la luz?
Miro por la ventana,
pero no consigo ver.
¿Dónde para este tren?

¿Dónde acaba el viaje?

lunes, 20 de junio de 2016

A un momento irreal

Hoy te escribo a ti.
¿Sabes quién soy?
Sé que conoces mi nombre,
que distingues mi rostro, pero
¿quién soy yo?

¿Lo oyes?
Parece música.
Sí.

La Luna llena baña a un piano.
Su luz, blanca y pura
nos está moviendo,
nos está llevando
hacia el claro.

Tengo sueño. Tienes sueño.
Durmamos.

¿Estoy sonriendo?
Ya no sé controlar mi expresión.

Ahora la música es muy rápida,
las notas corren unas encima de otras.
Un rondó.

¿Estás ahí? Sí. Lo sé.
Sé que no estás durmiendo.
Lo noto.
Noto tus ojos recorriéndome,
aún con los míos cerrados.
Te veo sin mirarte.
Y sé que sonríes.

Pero, ¿y yo?

Ha cambiado otra vez.
Ahora es muy armónica.
Pausada, tranquila.
Muy delicada.
Hipnótica.
Sé que te atrapa.

¿Me ves?
Creo que yo estoy ya atrapado,
entre un acorde y otro.

Sé lo que quieres.
¿Y qué quiero yo?

Hazlo.