Hoy te escribo a ti.
¿Sabes quién soy?
Sé que conoces mi nombre,
que distingues mi rostro, pero
¿quién soy yo?
¿Sabes quién soy?
Sé que conoces mi nombre,
que distingues mi rostro, pero
¿quién soy yo?
¿Lo oyes?
Parece música.
Sí.
Sí.
La Luna llena baña a un piano.
Su luz, blanca y pura
nos está moviendo,
nos está llevando
hacia el claro.
Tengo sueño. Tienes sueño.
Durmamos.
Durmamos.
¿Estoy sonriendo?
Ya no sé controlar mi expresión.
Ya no sé controlar mi expresión.
Ahora la música es muy rápida,
las notas corren unas encima de otras.
las notas corren unas encima de otras.
Un rondó.
¿Estás ahí? Sí. Lo sé.
Sé que no estás durmiendo.
Lo noto.
Noto tus ojos recorriéndome,
aún con los míos cerrados.
Te veo sin mirarte.
Y sé que sonríes.
Sé que no estás durmiendo.
Lo noto.
Noto tus ojos recorriéndome,
aún con los míos cerrados.
Te veo sin mirarte.
Y sé que sonríes.
Pero, ¿y yo?
Ha cambiado otra vez.
Ahora es muy armónica.
Pausada, tranquila.
Muy delicada.
Hipnótica.
Sé que te atrapa.
Ahora es muy armónica.
Pausada, tranquila.
Muy delicada.
Hipnótica.
Sé que te atrapa.
¿Me ves?
Creo que yo estoy ya atrapado,
entre un acorde y otro.
Sé lo que quieres.
¿Y qué quiero yo?
¿Y qué quiero yo?
Hazlo.
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