Las palabras me mienten
si no las dices con los ojos.
Estoy vacío, inmensamente
solo en un sitio que
permanece desierto otro día.
Los pensamientos me acuchillan
y no siento nada, sólo que
esto ya lo he sentido.
Lo que oigo lo sabía, hace tiempo.
Conozco tanto como
desconfío y temo,
y no sé nada.
Vano interés, muertos
sonidos me llegan,
la incomprensión hace
eco en mi vacío,
retumba y desmorona.
Hace tiempo ya.
No lo entiendo, y
sin embargo sí.
¿Cuánto veneno puede
causar dolor hasta
llegar la costumbre y
la dependencia?
¿Cómo puede uno tener
sus sentidos alerta
y nada sentir que
quizá sea verdad?
Este maravilloso mundo
es un cenagal de
miedo, dolor y muerte.
Hace tiempo que lo sé.